A menudo nos ocurre... perdemos las cosas que
más ansiamos, por miedo a perderlas. Parece algo loco o sin sentido, pero todos
en algún momento, hemos pasado por esta situación. Se nos presentan ciertas
oportunidades y las dejamos pasar porque tenemos miedo de que al tomarlas, en
algún momento, podamos fracasar. Es decir, que fracasamos (o dejamos de intentar algo) porque en el camino “podríamos
fracasar” y nos queremos evitar ese momento, sin embargo no intentar, es
fracasar y lo peor, después nos arrepentimos. ¿Loco no? Pero así somos.
Se te
presenta una oportunidad de trabajo y piensas “mejor no lo tomo, porque no
tengo mucha experiencia en eso...y si después no lo hago bien. Mejor no lo
intento” y te estás rindiendo antes de intentarlo.
El
éxito no depende de lo bueno que seamos en algo, el éxito depende de la
perseverancia. Si nos mantenemos intentando e intentando, un día veremos los
frutos de perseverar y obtendremos éxito.
El
mundo nunca ha recordado a los personajes que fracasaron antes de luchar. Se recuerdan a
hombres y mujeres que lo han intentado, que llegaron a dar el máximo de sí
mismos y lo más importante, no se rindieron hasta lograrlo. Esto es ser excelente, no hacer todo
perfecto, sino hacer las cosas lo mejor que podamos.
No
dejes que el miedo te domine, es un sentimiento que está y estará siempre en ti,
que te paraliza y no te deja actuar de forma asertiva, y si no lo dominas, irás
por el mundo perdiendo oportunidades laborales, familiares, amorosas,
económicas, de superación personal, entre otras.
Cuando se te presenten buenas oportunidades,
no las rechaces, estúdialas y no esperes mucho para tomar tu decisión. Recuerda que todo lo que vale la pena en la
vida está acompañado de riesgo, sacrificio y lucha.
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