Tenemos tantas metas, pero tan poco tiempo
para lograrlas o no? Seguimos teniendo
en general, el mismo tiempo, las casi 24 horas del día. Y aún así, es como si el tiempo no fuese suficiente. ¿Suficiente para qué?
¿Qué
estamos haciendo con respecto al pasado para que el tiempo no nos alcance?
Las luchas por los trabajadores permitieron
que se redujera, en muchos países, la jornada laboral. De alguna forma, con respecto al pasado, tenemos más tiempo,
pero esto no parece ser cierto cuando nos paramos temprano, trabajamos todo el
día y al finalizar la tarde seguimos realizando actividades o cumpliendo con
los compromisos y al llegar a casa sólo queremos acostarnos y descansar.
Ya
las familias no parecen tener tiempo para reunirse, conversar y tomar
decisiones. Ya no hay tiempo para forjar el carácter y alimentar el espíritu y por ello, cada día hay menos moralidad, principios y valores, por ello más
familias se destruyen a diario.
Si aprendes a tocar un instrumento y poco a
poco dejas de tocarlo, pierdes la práctica y también el gusto o placer que te
daba. Lo mismo pasa cuando dejas de reforzar una relación de cualquier tipo:
social, espiritual, laboral. Poco a poco
vas perdiendo el interés hasta que ya no te importa, porque llenas de tu vida y
tiempo de otras actividades placenteras o no, pero que en definitiva te apartan
de lo que un día tanto quisiste.
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